Por Enrique Cueto, AAE_1035 y Presi
Si estás leyendo este artículo es probablemente por tener en proyecto la construcción de avión siendo un aficionado, sin experiencia ni conocimientos particulares al respecto. Por ello te doy la enhorabuena.
Además, te voy a adelantar que la carga administrativa asociada a ese proyecto no particularmente compleja.
La mala noticia es que el proceso puede ir más o menos fluido dependiendo del lugar geográfico, la delegación de AESA que te toque y tu propia gestión. Con este artículo se pretende aportar esos detalles que harán que todo vaya mejor.
He mencionado la palabra mágica: AESA. Se refiere, por si no lo sabes, a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, una agencia estatal encargada de garantizar que lo que vuela en España, que no sea militar, no va a hacer daño a nadie. Sus oficinas centrales tramitarán tu solicitud y gran parte de los últimos pasos antes de salir a volar. De todos los trámites intermedios se encargará la Oficina de Seguridad en Vuelo (OSV) a cargo de tu zona, y desde esta, el inspector allí destinado que te toque.
Las OSVs suelen estar faltas de personal y es fácil imaginar que nuestra actividad de ocio no sea su prioridad, por lo que conviene estar encima del trámite y sin llegar a ser pesado, preguntar en cuanto una respuesta se alargue más de uno o dos meses.
Por otro lado, hay que entender que el único realmente interesado en el trámite serás tú. AESA no gana nada sacando adelante tu proyecto por lo que todo lo que facilites el trabajo a su personal será en beneficio tuyo. Vamos, que, si el procedimiento te pide un papel, un dato, que lo des y así evitarás que se eternice tu trámite. Resumiendo: que sigas a pies juntillas las instrucciones que AESA proporciona, que entregues la documentación que te piden para evitar eternizarte.
Para terminar, los inspectores de AESA son los encargados de certificar que tu avión no peligroso para ti ni para el prójimo. No pueden estar al tanto de todo lo que hagas, pero si pueden observarte a ti, a tu lugar de trabajo y lo que vayas haciendo. Todo irá más fluido si demuestras interés por hacer las cosas lo mejor posible y por saber lo que tienes entre manos. Esta percepción empieza por entregar la documentación que te piden, como la piden, sigue con la construcción, con los registros de esta y terminan otra vez con los informes que presentes para volar.
No es complicado, pero todo va mejor haciendo las cosas bien.
Añadir que los inspectores de AESA son personas y como tales, los hay más colaborativos y conscientes de lo que es esta actividad y otros más tendentes a adoptar para nosotros los procedimientos de la Aviación General. Ahí también, es bueno saber lo que tienes entre manos, una construcción por aficionados, para defender las excepciones que nos amparan (Ver http://www.aae.com.es/index.php/que-es-la-aviacion-experimental).
El modelo de avión
También es importante para la confianza del inspector el calado del proyecto que te plantees. Como es natural, montar un kit avanzado con un manual de montaje detallado, a base de unir piezas con remaches y tornillería generará menos aprehensión que una construcción partiendo de planos para construir con fibra o madera, y muchas menos que sacar adelante un diseño propio, máxime si es una cosa rara tipo “Canard”, ala volante o misil tripulado. Incluso la construcción desde planos de un modelo de avión conocido resultará bastante relajado; si eres novato, no es mala idea empezar por un proyecto asequible, lo cual para empezar, relajará al inspector y a ti también.
El proceso
El proceso de construcción de un avión por un aficionado se rige por un reglamento:
Creo recomendable leérselo un par de veces al menos; asusta un poco pero no está de más saber lo que debería cumplirse legalmente para poder apreciar cómo se relaja en la práctica con un proyecto normalito y haciendo las cosas bien.
Este reglamente distingue 4 fases en el proceso:
1. Solicitud y aprobación de la fabricación
Este trámite consiste básicamente en describir a AESA lo que se pretende construir para que AESA compruebe que es conforme al Reglamento, dé su aprobación si procede y encargue el seguimiento del proyecto a una de sus Delegaciones. Empieza cuando el interesado presenta la Solicitud y termina cuando AESA le contesta con un número de Construcción y la OSV que gestionará el proyecto en adelante.
2. Control técnico de la fabricación
Esta Fase consiste en el seguimiento de la construcción por parte de inspectores de AESA mediante visitas al taller del interesado. Se inicia con la primera visita, que debería producirse antes de iniciarse la construcción, y termina con la medición del peso y centrado del avión, datos necesarios para solicitar las pruebas en vuelo.
3. Pruebas en vuelo
Consiste en realizar vuelos de prueba de forma que AESA compruebe que el avión tiene un comportamiento normal, que no se desintegra con el uso, así como de establecer oficialmentemente sus características o prestaciones.
4. Certificado de Aeronavegabilidad y Matriculación
Los vuelos de prueba superador con exito y conocidas las característicos del avión, se extiende su certificado de aeronavegabilidad como documento que acredita que es oficialmente un avión y, en consecuncia, que se puede matricular como tal.
Cada una de las fases se explica en los siguientes capítulos
