Mi traslado de proyecto

Por Enrique Cueto (AAE_1035)

Quienes hayáis seguido estos boletines estos últimos años sabréis que tengo en marcha un SE5a, planos de Pocino, en muy lenta progresión. Otros proyectos más inmediatos se cuelan, incluso necesidades sobrevenidas de realizar algún invento, hay que volar y mantener el avión que vuela y mi taller no tiene siempre condiciones adecuadas para trabajar. Con todo ello, este proyecto ha avanzado sólo a impulsos durante los meses de verano.

Por otro lado un nuevo proyecto profesional me ha tenido desplazado en Bonn, al norte de Alemania, desde mayo de 2019. Este proyecto era temporal por lo que quedaba de año, pero pronto me tuve que plantear prolongar esa estancia. Los vuelos directos de Ryanair hacían muy llevadero el vínculo con familia y amigos, lo mismo que la actividad de vuelo, todas ellas condiciones sine qua non para plantearme prolongar esa estancia en el extranjero. Más difícil estaba mantener activos los proyectos de construcción y restauración. Un fin de semana al mes en Madrid, a veces dos, no da para tanto!

También se estaba demostrando que necesitaba hacer algo in situ. Una vez restauradas tres bicicletas consideré el cupo completo y el apartamento que tenía alquilado, con un gran salón y una mayor terraza, parecían ideales para alojar alguno de mis proyectos. Pero un proyecto de avión supone componentes grandes, herramienta, materiales; Por un lado no podía plantearme detener mis proyectos y por otro disponía de condiciones adecuadas para continuar alguno de ellos in situ, por lo que debía plantearme superar las dificultades.

Pensándolo bien, deduje que el SE5a era el proyecto más adaptado para ese traslado. En primer lugar, porque el trabajo se concentraba en el fuselaje, en un fuselaje relativamente pequeño y ligero, transportable y ubicable. Segundo, porque el trabajo consistiría en montar y ajustar componentes y sistemas: tren de aterrizaje, motor, deposito, capos, además de los mandos, instrumentos… nada de ello iba a requerir demasiada herramienta ni infraestructura. Podía plantearme además un plazo cómodo de un par de años o tres para completar la tarea, tal vez incluso el entelado, casi el tiempo que duraría mi estancia allí, y un plazo tal que valía la pena el traslado a 1800km de distancia.

Metro en mano pude confirmar que reubicando todo el mobiliario del salón, el fuselaje entraría a lo largo, con buen tiempo o para trabajos sucios podría trabajar en la terraza, y el acceso desde la calle a ese primer piso era bastante sencillo. La cosa era factible así que, a por ello!

La empresa me costeaba una mudanza y ese fuselaje bien podía asimilarse a un gran armario de madera. Aun moviéndolo en un camión de mudanzas, iba a tener que protegerlo bien, y aun así, sin garantías de que no sufriese. No debía descartar llevármelo yo mismo.

Dispongo de un remolque de 5 metros lanza incluida, suficiente para ubicar el fuselaje y trasladarlo cómodamente. Sin embargo, una vez allí, qué hacer con el remolque! Aparte del sobre-coste que el arrastre de un remolque supone en cada peaje, y atravesar Francia solo es asumible a base de peajes (110€ para un turismo). Parecía una locura, un esperpento, pero por más que lo pensara, no encontraba inconvenientes insuperables para llevar el cajón del fuselaje encima del coche; todo lo desmontable iría dentro.

1 FuselajeDurante la construcción me cuidé de no fijar definitivamente ni el dorso ni los arcos entre la cabina y la cuaderna para-llamas para facilitar la instalación de mandos e instalaciones. Todo ello retirado y con el fuselaje boca abajo, me dejaba una superficie de apoyo idónea. Así dispuesto, la deriva podría acoplarse a la forma del coche y no sobresalir por arriba. Esta iba a necesitar una protección rígida para aguantar 16-20 horas de turbulencia fuerte durante el viaje en coche.

Otro factor favorable es el peso, que difícilmente se acercaría al máximo permitido sobre el coche.

Un primer replanteo me reveló que no podría llevar la deriva sobre el capo del motor por ser esta demasiado alta. Tendría que llevar la deriva hacia atrás, sobresaliendo por detrás del coche. De mi experiencia transportando el ala delta sé que eso es ilegal; no recuerdo cual era el importe de la multa, y la señal de carga saliente no arregla nada. El problema tiene sin embargo un remedio bastante fácil: alargar el coche en esos 60-80cm fijando al gancho de remolque un porta-bicis grande. En efecto, el porta-bicis lleva sus luces homologadas, porta-matricula; el mismo efecto que un remolque pero en la longitud necesaria y sin sus inconvenientes.

Tomada la decisión y comprobando la viabilidad, establecí como fecha idónea el periodo navideño. En efecto, el viaje solo puede hacerse en dos jornadas. Yo celebro las Navidades en Irún así que, con toda naturalidad podría hacerme Madrid-Irún, descansar de coche 10 días y continuar de Irún a Bonn.

De esa manera empezó la cuenta atrás para preparar la misión: Embalar el bulto para el viaje.

Protecciones rígidas contra el viento y apoyos

2 DerivaLa tarea principal consistía en proteger el estabilizador vertical, del aire durante el viaje pero también del suelo durante las maniobras de carga, descarga y movimientos. Un cajón rígido sería la solución y para ello me iba a servir un retal de tablex que ensamblaría con adhesivo y tirafondos a listones de madera y que fijaría al fuselaje, aislando así el estabilizador de toda vibración. La fijación al fuselaje y lo resistente de la construcción me permitirían apoyar el conjunto boca abajo.

También en la parte delantera haría falta un apoyo con el fuselaje boca-abajo. La cuaderna para-llamas y su primer arco no servían obviamente y la manera más fácil de resolver la papeleta resulto de fijar dos listones casi verticales en los agujeros de fijación de la bancada.

Fijación sobre el coche

3 Apoyo Central El amarre de un componente de avión es siembre delicado tratándose de bultos frágiles, ligeros y voluminosos. No es recomendable tensar las cinchas a tope por el riesgo de deformar o romper algo bajo su presión. Se trata de sujetar lo justo para que no se mueva ni vibre, con la condición de disponer de puntos de fijación adecuados.

A tal efecto atravesé el fuselaje con varillas roscadas aprovechando las fijaciones de montantes para el ala superior así como en la parte trasera, para fijar el cajón de la deriva. Estas varillas roscadas recibían después unos cáncamos estándar M6 por fuera y tuercas estándar por dentro. Estos cáncamos, casi en el plano de apoyo, permitían inmovilizar el bulto en el plano horizontal, mientras que dos cinchas apretarían el todo contra la superficie de apoyo. Una placa de tablex de mártir y unos tubos de espuma densa para el apoyo, permitirían apoyar el bulto sobre dos barras, manteniendo las cinchas tensas a la vez que absorbiendo vibraciones.

4 Embalar Protección contra la intemperie

Una vez envuelta la deriva en su cajón y llevándolo yo no sería necesario protegerlo de golpes. Debía cruzar los dedos para no tener muy mala meteorología y en cualquier caso, protegerlo de la lluvia. Así, forré el conjunto delante hacia atrás con film transparente de estos de medio metro de ancho. Este film es elástico, casi adhesivo sobre sí mismo, y siendo lo que se usa en general para embalar pallets en la industria y maletas en el aeropuerto, pintaba bien. No sé muy bien cuantas capas le puse, pero fueron al menos una en sentido longitudinal y otra envolvente en espiral, de adelante hacia atrás. En el "morro" del bulto una enorme bolsa de basura para sellar esa zona y más film transparente para acolchar y fijar.

Muy importante: Cinta de embalar. Toda la que puse para reforzar las formas del bulto y fijar el film, otras tiras a modo de refuerzo del embalaje, se demostraron insuficientes. Ciertamente, embalar todo el bulto con cinta adhesiva parece exagerado pero es difícil imaginarse lo agresivo que resulta el aire azotando el embalaje durante horas y toda la cinta que se pueda aplicar será bienvenida. Durante el viaje estuve parcheando y sobre todo sujetando todo aquello que flameaba y aun así, el embalaje llegó entero pero muy tocado.

5 Viaje 6 Llegada
El viaje se dio muy bien: unas 5-6 horas el primer tramo y casi 15 el segundo. Llegue a circular a 120km/h, sí que tuve algo de precipitación por Burdeos y ningún problema con la policía. Todo llegó intacto y el proyecto progresa adecuadamente,...

... pero esa es otra historia.