Por Enrique Cueto, AAE_1035 y Presi
El fin de semana del 22 al 24 de julio se celebró la edición 2022 del Fly’in de la Federación de la Red de Deportes Aéreos (RSA), la reunión de los constructores aficionados y restauradores de aviones en Francia y una de las principales citas para los entusiastas de la aviación en Europa. Esta edición 73ª retomaba la serie que se interrumpió en 2019, edición que el privilegio de disfrutar y de la que dejé un artículo.
La reunión tiene lugar unos 100km al sureste de Paris, en el aeródromo de Brienne-le-Chateau. Estas instalaciones fueron en su día una base aérea OTAN de cierta entidad, dando alivio operativo y, por su meteorología privilegiada, proporcionando un alternativo a aviones con destino a otras instalaciones mayores de los alrededores. Su uso es ahora puramente civil y, alojando al menos un aeroclub y un centro de paracaidismo alrededor de uno de los tres inmensos hangares originales.
El caso es que con una pista asfaltada de 1300m, amplias plataformas, distancia de grandes aeropuertos y todos los servicios necesarios, se configura como un lugar idílico para tal evento.
Este año me junté allí con Alexandar (AAE_1011) y su mujer Anelia, que llegaban desde Tarragona; una estupenda ocasión para conocernos. Llegar desde la mayor parte de España supone una ruta bastante larga, pero no hay ocasiones tan cercanas de ver tantos aviones y tan variados, y combinado con unas minivacaciones como hacían ellos, se hace muy llevadero. Además, controlando algo de francés, la conversación con la gente que se reúne allí es deliciosamente interesante.
Pronto lo pude comprobar al ser acogido por nuestro compañero Jean-Pierre Ballantras (AAE_1127). Jean-Pierre fue el responsable del Servicio de Aeronavegabilidad de la RSA hasta hace nada y por tanto muy popular. Además, se conoce a muchos constructores y sus aviones, así que según nos tropezábamos con uno a con otro trataba de sus asuntos, me presentaba como el presi de “la RSA española”, para seguir nuestro camino contándome curiosidades sobre el personaje en cuestión o su avión.
La zona “pública”, de restauración y stands, está separada de la plataforma por un pasillo de acreditación. Allí estaban cuando llegue, entre otros, Michel Colomban y su simpática señora, registrando a los llegados en avión y acreditando a los pilotos llegados en coche para poder pasar libremente a visitar los aviones.
¡Y venga, a ver aviones!
Las fotos siguientes son sólo una muestra. Haz click para ver todas.
Al rato de visita de aviones en la plataforma, guiada por las interesantísimas explicaciones de Jean-Pierre, me llamó la atención un pequeño biplano rodando desde la pista de aterrizaje con la inconfundible silueta de un SE5. Casi boto al comprobar que llevaba 4 alerones y el tren de cola tan particular… ¡tenía que ser un SE5 de Pocino, como el que estoy construyendo!
Poder ver uno de cerca, meterme en su cabina, fotografiar detalles, toda clase de explicaciones, anécdotas y los datos de contacto de su dueño de por sí valieron el fin de semana.
Por cierto, que el avión perdía mucho en los detalles, estaba lleno de chapuzas y remiendos. Patrick me contó cómo se lo había comprado a un conocido que ya no cabía en la cabina por haber engordado y la serie de reformas y apaños que tuvo que hacerle al avión para poder volar con ciertas garantías. El caso es que, sin estar demasiado presentable, está volando para disfrute de su actual propietario y doy fe de que no dejaba indiferente a nadie.
Entorno a ese avión y su dueño, pero de otros muchos otros también, en la mesa durante la comida, en cualquiera de los stands, se podía coincidir en un corro espontáneo con otros aficionados para preguntar, comentar sobre el avión en cuestión, modificaciones, avionizaciones de motores, combustibles, viajes…
He mencionado los estands; no eran muchos, pero a los más clásicos de un distribuidor de motores, otro de hélices, un comercializador de tornillería, de material de entelado, de preparaciones,… Tampoco podia faltar el stand de la RSA, con su avión "pelado" a mitad. Me tropecé además con el stand de “Interaction”. ¡Una fricada!
Interaction es una asociación dedicada, entre otros, a conservar las técnicas tradicionales de diseño de aviones ligeros… desde 1986! Estuvieron dando alguna charla allí mismo, con gran éxito de público.
El sábado fue sin duda el día más concurrido, con coctail al final de la jornada, entraga de premios y música en vivo hasta entrada la noche. Todavía el incluso el domingo estuvieron llegando aviones interesantes. En total se inscribieron hasta 225 aviones y unos 500 visitantes.
En fin, una reunión muy interesante e inspiradora, y por tanto muy recomendable aunque pille lejos.